Apuntes sobre 24
Aprovechando sus recién conseguidos dos premios Emmy, me animo a expresar mis impresiones sobre lo que llevo visto de 24.
Primera Temporada · Tanto en un principio como mirada de forma retrospectiva considero que está entre floja y mediocre. Para mí supuso una gran decepción ver la serie por primera vez después de todas las bondades que les había escuchado a sus seguidores, algunos incluso cahieristas. Lo cierto es que, salvo la presencia en los primeros episodios de la estupenda Mia Kirshner, algunos logros en cuanto a realización –que quedaban eclipsados por chapuzas televisivas posteriores– y, sobre todo, dos brillantes set-pieces al más puro estilo De Palma en los capítulos 17 y 18, poco más puedo salvar de una primera temporada en la que se nota demasiado el alargamiento que sufrió la trama cuando la audiencia respondió: esquemas repetidos, incoherencias argumentales y comportamiento incongruente de los personajes... Por si fuera poco, la buscada sorpresa final que consistía en la revelación de la identidad del topo también me pareció excesivamente improvisada una vez que se terminaba la temporada, unido a una insufrible cadena de tópicos y clichés del thriller más rancio en el que habían caído los últimos episodios. Sin embargo, tengo que reconocer que la serie se dejaba ver de forma medianamente entretenida.
Segunda Temporada · Después de mi decepcionante experiencia anterior dudaba mucho si empezar con la segunda temporada, pero como ya tenía un par de episodios descargados decidí darle una oportunidad por si la trama general era algo interesante. La sorpresa fue que, en mi opinión, la serie ha pegado un cambio de calidad brutal y muy interesante. La trama principal sigue siendo tópica y mil veces vista, pero los guionistas de esta segunda temporada han sabido darle muchísimo más ritmo y emoción por lo menos a los 12 primeros episodios que son los que llevo vistos. No tienen ningún problema en putear a los personajes de todas las formas posibles –en una ocasión, hasta dos deux ex machina cabrones seguidos–, personajes que ahora se presentan con gran ambigüedad para preparar el camino de deliciosos giros de guión que cierran por el momento cada capítulo, y que cada vez son más alocados, lo que me encanta. Además, me encanta que cada vez es más abiertamente inverosimil y se centra en los desplazamientos espaciales de los personajes más que en mantener la coherencia cronológica de que todo se desarrolle en tiempo real. Al final ha resultado captar todo mi interés con esos dos protagonistas antiheróicos hasta la médula –una efectiva máquina de matar vengativa al servicio del poder y una delicada superviviente ácrata y amoral– y unos rocambolescos giros de guión con los que me lo paso tan bien como los guionistas. Si esto sigue así y la temporada sigue manteniendo el nivel no creo que tenga ningún problema en ver el resto y ponerme al día con la quinta –que además me dicen que es magnífica: ¡qué ganas!–.
Primera Temporada · Tanto en un principio como mirada de forma retrospectiva considero que está entre floja y mediocre. Para mí supuso una gran decepción ver la serie por primera vez después de todas las bondades que les había escuchado a sus seguidores, algunos incluso cahieristas. Lo cierto es que, salvo la presencia en los primeros episodios de la estupenda Mia Kirshner, algunos logros en cuanto a realización –que quedaban eclipsados por chapuzas televisivas posteriores– y, sobre todo, dos brillantes set-pieces al más puro estilo De Palma en los capítulos 17 y 18, poco más puedo salvar de una primera temporada en la que se nota demasiado el alargamiento que sufrió la trama cuando la audiencia respondió: esquemas repetidos, incoherencias argumentales y comportamiento incongruente de los personajes... Por si fuera poco, la buscada sorpresa final que consistía en la revelación de la identidad del topo también me pareció excesivamente improvisada una vez que se terminaba la temporada, unido a una insufrible cadena de tópicos y clichés del thriller más rancio en el que habían caído los últimos episodios. Sin embargo, tengo que reconocer que la serie se dejaba ver de forma medianamente entretenida.
Segunda Temporada · Después de mi decepcionante experiencia anterior dudaba mucho si empezar con la segunda temporada, pero como ya tenía un par de episodios descargados decidí darle una oportunidad por si la trama general era algo interesante. La sorpresa fue que, en mi opinión, la serie ha pegado un cambio de calidad brutal y muy interesante. La trama principal sigue siendo tópica y mil veces vista, pero los guionistas de esta segunda temporada han sabido darle muchísimo más ritmo y emoción por lo menos a los 12 primeros episodios que son los que llevo vistos. No tienen ningún problema en putear a los personajes de todas las formas posibles –en una ocasión, hasta dos deux ex machina cabrones seguidos–, personajes que ahora se presentan con gran ambigüedad para preparar el camino de deliciosos giros de guión que cierran por el momento cada capítulo, y que cada vez son más alocados, lo que me encanta. Además, me encanta que cada vez es más abiertamente inverosimil y se centra en los desplazamientos espaciales de los personajes más que en mantener la coherencia cronológica de que todo se desarrolle en tiempo real. Al final ha resultado captar todo mi interés con esos dos protagonistas antiheróicos hasta la médula –una efectiva máquina de matar vengativa al servicio del poder y una delicada superviviente ácrata y amoral– y unos rocambolescos giros de guión con los que me lo paso tan bien como los guionistas. Si esto sigue así y la temporada sigue manteniendo el nivel no creo que tenga ningún problema en ver el resto y ponerme al día con la quinta –que además me dicen que es magnífica: ¡qué ganas!–.