El frescor de las estrelllas
Pues bien, amigos, si creíais que estas leyendas urbanas eran una simple pérdida de tiempo, ha llegado el momento de que se conviertan en arte. Los protagonistas en esta ocasión son los caramelos Mentos –que seguramente conoceréis más por verlos publicitados en las series americanas o en los programas de recopilación de anuncios extranjeros que por haberlos tomado alguna vez– y la inefable Coca-Cola Light, la fiel compañera de todo riesgo fatal para la salud. Un pequeño puñado de los caramelos depositados en una botella de 2 litros de la bebida provocan un explosivo chorro de gas que sale disparado hacia arriba como si de nuestro propio geiser doméstico se tratara. ¡Es la forma ideal de refrescar el ambiente este verano!
Podéis hacer todos los experimentos que queráis variando la cantidad de caramelos y la capacidad de la botella de bebida, incluso los más atrevidos pueden realizar variaciones subversivas con Pepsi Light. Una simple y rápida búsqueda por YouTube o GoogleVideo os dará múltiples ejemplos documentados para guiar el camino. La única recomendación, por motivos evidentes, es llevar a cabo el experimento en un espacio abierto, pero tampoco es imprescindible, quizás no hacerlo tenga resultados más divertidos, ¡todo es probar!
De momento son dos estadounidenses, Fritz Grobe y Stephen Voltz, quienes han llegado más lejos en la realización de estas auténticas performances poniendo en juego más de 500 pastillas de caramelo y 200 litros de refresco. El resultado puede ser tan grandioso como una dulce y pegajosa reproducción de las famosas fuentes del Casino Bellagio de Las Vegas.
2 Comments:
Gracias por el consejo y espero sobrevivir al papeleo universitario. Aunque estos experimentos con coca-cola me han dejado alucinado (sobretodo la hiperbole final, la traca del último e imprescindible enlace). Detrás de esto se esconde uno de esos posts que dan que pensar... dejándonos de posmodernismos y tantas historias.... no será.... ¿la era de los records guiness? Y nadie sin darse cuenta.
¡Un saludo!
Pero esto... ¿tiene alguna base científica? Me he quedado atónito.
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