Los Otros
No crean que Volver y AzulOscuroCasiNegro han sido las únicas buenas películas de la cosecha española de 2006, sólo son las que se han llevado el premio ese de pintura tan feo y poco práctico —ya me dirán ustedes donde se mete eso, que ocupa que no veas y además acaba en puntas de las que duelen—. Además de una de las mejores películas de Almodóvar y la estupenda y eficiente opera prima de Sánchez Arévalo, contra las que no tengo nada que objetar, el año pasado ha sido una fuente de grandes películas que, salvo algún que otro caso, ni siquiera han sido nominadas por la Academia para concursar en su particular guateque-piñata anual que cada vez se parece más a esas fiestas a las que solamente van los viejos conocidos de siempre que encima no se divierten. Estas son algunas de ellas, en las que una constante se repite: en los casos en los que no son operas primas, se trata de directores que aún no hace mucho que presentaron la suya. Relevo generacional lo llaman algunos, regeneración necesaria otros; un servidor prefiere considerarlos unos deseados antibióticos que para surtir efecto merecen todo nuestro apoyo.
· Lo que sé de Lola, Javier Rebollo — No me canso de recomendar este ejemplar trabajo de inmersión en la teoría y praxis bressonianas para hablar de la incomunicación, la inmigración, el desarraigo, la interdependencia emocional y esas cosas tan europeas, urbanas y de siglo XXI. ¡Que el hecho de que el director haya sido nominado a Mejor Dirección Novel no os eche para atrás!
· Ficció, Cesc Gay — Esta también es una película de silencios, pero en vez de estar ambiantada en un París anónimo como la anterior, respira los espacios abiertos de la Cerdanya en contraste con el ensayo de una relación enclaustrada. Eduard Fernández vuelve a demostrar que es el mejor actor español del momento y que hay canciones de Nick Cave que suenan de maravilla viajando en coche.
· Mujeres en el parque, Felipe Vega — Felipe Vega es un as en la dirección de actores y escritura de personajes tan reales, cercanos y obtusos como los que pueblan las fábulas morales de Rohmer. Continúa con su homenaje al mejor cine francés cambiando las lujuriosas playas catalanas de Nubes de verano por un Madrid y barrio de Retiro grises y lánguidos, adecuado escenario para un drama contenido y sin estridencias.
· Remake, Roger Gual — Seguimos con los afrancesados, y en este caso uno de los directores de Smoking Room se fija en Desplechin para retratar un cisma generacional de esos que tanto juego dan para los diálogos punzantes y cínicos, los personajes soñadores y los descreídos, la factura de la responsabilidad y los conflictos en segundo plano que no desaparecen pero se resisten a estallar.
· Honor de cavalleria, Albert Serra — Integrada en la corriente internacional de cine mínimo, formalmente imperfecto, con acentuación de lo atmosférico y lo eventual y, sobre todo, muy libre [Abbas Kiarostami, Claire Denis, Tsai Ming-Liang, Gus Van Sant 3.0, Lisandro Alonso...], es posible que, precisamente por su rareza y apocrifidad, sea la mejor adaptación cinematográfica de la mayor leyenda e icono de la literatura española... al margen de lo que se cuenta en el libro, y en catalán. Una apuesta conceptual irresistible.
· Bosque de sombras, Koldo Serra — Cambiamos al universo del mejor Peckinpah para la opera prima-homenaje de Koldo Serra, que además de demostrar un gran talento para la dirección y la creación de tensión y ritmo cuenta con un reparto internacional en estado de gracia. Una ejemplar carta de presentación, que si bien se puede pensar que se asienta demasiado en sus reconocibles inspiraciones genéricas, lo hacen tan bien y tan conscientemente que es todo un disfrute.
Y la cosa no acaba ahí. No paro de leer cosas buenas sobre La noche de los girasoles (Jorge Sánchez-Cabezudo) y The Birthday (Eugenio Miras), además de también tenerle echado el ojo a La leyenda del tiempo (Isaki Lacuesta), El ciclo Dreyer (Álvaro del Amo) e incluso a Dies d'agost (Marc Recha). Con toda esta cantera de jóvenes realizadores, más los que no han estrenado este año pero que siguen —o al menos lo intentan— estando ahí, el futuro del cine español debería estar en buenas manos. Otra cosa es que la propia industria y el público no sepan verlo.
· Lo que sé de Lola, Javier Rebollo — No me canso de recomendar este ejemplar trabajo de inmersión en la teoría y praxis bressonianas para hablar de la incomunicación, la inmigración, el desarraigo, la interdependencia emocional y esas cosas tan europeas, urbanas y de siglo XXI. ¡Que el hecho de que el director haya sido nominado a Mejor Dirección Novel no os eche para atrás!
· Ficció, Cesc Gay — Esta también es una película de silencios, pero en vez de estar ambiantada en un París anónimo como la anterior, respira los espacios abiertos de la Cerdanya en contraste con el ensayo de una relación enclaustrada. Eduard Fernández vuelve a demostrar que es el mejor actor español del momento y que hay canciones de Nick Cave que suenan de maravilla viajando en coche.
· Mujeres en el parque, Felipe Vega — Felipe Vega es un as en la dirección de actores y escritura de personajes tan reales, cercanos y obtusos como los que pueblan las fábulas morales de Rohmer. Continúa con su homenaje al mejor cine francés cambiando las lujuriosas playas catalanas de Nubes de verano por un Madrid y barrio de Retiro grises y lánguidos, adecuado escenario para un drama contenido y sin estridencias.
· Remake, Roger Gual — Seguimos con los afrancesados, y en este caso uno de los directores de Smoking Room se fija en Desplechin para retratar un cisma generacional de esos que tanto juego dan para los diálogos punzantes y cínicos, los personajes soñadores y los descreídos, la factura de la responsabilidad y los conflictos en segundo plano que no desaparecen pero se resisten a estallar.
· Honor de cavalleria, Albert Serra — Integrada en la corriente internacional de cine mínimo, formalmente imperfecto, con acentuación de lo atmosférico y lo eventual y, sobre todo, muy libre [Abbas Kiarostami, Claire Denis, Tsai Ming-Liang, Gus Van Sant 3.0, Lisandro Alonso...], es posible que, precisamente por su rareza y apocrifidad, sea la mejor adaptación cinematográfica de la mayor leyenda e icono de la literatura española... al margen de lo que se cuenta en el libro, y en catalán. Una apuesta conceptual irresistible.
· Bosque de sombras, Koldo Serra — Cambiamos al universo del mejor Peckinpah para la opera prima-homenaje de Koldo Serra, que además de demostrar un gran talento para la dirección y la creación de tensión y ritmo cuenta con un reparto internacional en estado de gracia. Una ejemplar carta de presentación, que si bien se puede pensar que se asienta demasiado en sus reconocibles inspiraciones genéricas, lo hacen tan bien y tan conscientemente que es todo un disfrute.
Y la cosa no acaba ahí. No paro de leer cosas buenas sobre La noche de los girasoles (Jorge Sánchez-Cabezudo) y The Birthday (Eugenio Miras), además de también tenerle echado el ojo a La leyenda del tiempo (Isaki Lacuesta), El ciclo Dreyer (Álvaro del Amo) e incluso a Dies d'agost (Marc Recha). Con toda esta cantera de jóvenes realizadores, más los que no han estrenado este año pero que siguen —o al menos lo intentan— estando ahí, el futuro del cine español debería estar en buenas manos. Otra cosa es que la propia industria y el público no sepan verlo.
7 Comments:
Un post muy necesario, sí señor.
"The Birthday", "La Máquina de Bailar", "Remake"... Si no fuera por "El laberinto del Fauno", los Goya habría pasado por alto otra vez las películas españolas que más me han gustado.
Uy, pues justo ayer vi "Bosque de sombras" y no me gustó. Mejores intenciones que resultados. El problema es que me parece que carece de la necesaria tensión y que jamás llega a explotar. Lo que debió ser una pesadilla asfixiante se queda en un amago demasiado frío y contenido. Yo creo que no logra transmitir el mal rollo que se suponía. Las actrices tampoco me gustaron nada, especialmente Aitana Sánchez-Gijón.
Es de agradecer que tenga un ojo puesto en Peckinpah, pero me parece fallida. Lástima...
Hombre, como ya digo quizás podría esperarse un poco más del debut de Serra, pero a mí con lo que hay ya me basta para darle mi reconocimiento e interés por su futuro. A mí en cambio sí que me convenció el reparto femenino, no ya Virginie Ledoyen que me tiene ganado, sino incluso Aitana Sánchez-GIjón, que nunca suele convencerme aquí creo que hace un buen trabajo. Y Gary Oldman se sale as usual.
¡A ver si veo La noche de los girasoles y The Birthday!
Es que este año el cine español nos ha entregado cosas mucho más interesante que lo que nos cuenta la Academia...¡¡¡y luego nos quejamos de los Oscar!!!
Mención especial para la alucinada "Honor de cavallería" y para "La leyenda del tiempo". Tengo que intentar ver "Ficción"....
Justo de las que destacas... sólo he visto la que en realidad va a ser cosecha del 2007! Ah, y me sumo a esas buenas críticas de "La noche de los girasoles". Muy recomendable :)
Eso sí, la mejor española (y no española, mi favorita a sexas( del año pasado me parece la de Del Toro.
Pues si, los afrancesados son el futuro del cine español. Y The Birthday a ver si la veo ya ,agh a, agh!
El otro día vi "Mujeres en el Parque"... una muestra más de que no hace falta irse muy lejos de la realidad para hacer una película que llegue a los espectadores.
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