Vers Denis
Esta semana llena de ajetreo que prácticamente no me ha permitido pasar por mi casa más que para conciliar unas escasas horas de sueño ha tenido muchas y variadas recompensas, pero la más significativa fue sin duda asistir a un encuentro con la grandísima Claire Denis. La cineasta francesa, formada en la informe amalgama de la post-nouvelle vague, ha conseguido con la realización de obras como Beau travail, Trouble every day y, sobre todo, ese bastión seminal para una nueva narrativa, L'intrus, confirmarse como la directora más importante de la nueva generación de cineastas franceses. Así como gran parte de su obra fílmica refleja un gran interés por el cuerpo humano, mostrado desde su bella plenitud hasta lo decrépito del envejecimiento, la propia presencia física de su persona es verdaderamente impresionante, llena de fuerza y expresividad, con una gran facilidad para transmitir desde la alegría hasta la nostalgia amarga. Muy anecdótica y divertida, relató su proceso de formación al lado de directores como Jacques Rivette, Wim Wenders o Jim Jarmusch, así como algunas de las claves estilísticas de su cine, el sinérgico trabajo con Agnès Godard, o su política de montaje fragmentado que, por difícil de creer que parezca al contemplar su obra, dice ya estar reflejada en el guión. Con un discurso muy accesible y cercano reflexionó sobre sus influencias y finalmente terminó emocionada recordando la reciente muerte de Danièle Hulliet mientras se proyectaba un fragmento de Onde jaz o teu sorriso?.
Dado que ni una sola de las películas de esta mujer ha sido estrenada en nuestro país, animo a todos los madrileños para que aprovechen la oportunidad y se acerquen a La Casa Encendida y el ciclo retrospectivo que empezó a proyectarse este miércoles. Se encontrarán con un cine alejado de las convenciones narrativas tradicionales, que apuesta por la atmósfera y la fragmentación de la imagen, la escasez de diálogos y los punteos de guitarra. L'intrus, la última y más radical de sus propuestas, puede convertirse en toda una experiencia narrativo-sensorial en la que el argumento simplemente llegue a intuirse al final de la película, atípica evocación de un viaje desde el Polo Norte hasta los Mares del Sur. Como un Memento o Mulholland Drive pero sin libro de instrucciones dentro del propio film –en breve volveré sobre ella en este mismo blog–. Al resto, les digo que gran parte de su filmografía se encuentra disponible en los pastos verdes, así que ya saben lo que hay que hacer. Para los amantes del cine de género, quizás les resulte más que interesante Trouble every day, una historia de caníbales nada convencional y con un buen puñado de las obsesiones de la directora, como obviamente la obsesión física por el cuerpo y la carne.
2 Comments:
Al final no pude ir a la charla con Denis, pero conseguí comer un día con Daniel y Álvaro, que organizaban el evento. A ver si esto se anima, y en Madrid podemos disfrutar de más iniciativas como esta. Ahh, y estoy pendiente de sus palabras sobre "L'intrus", film que me dejó (como parecer ser habitual) más que descolocado.
Saludos
Excelente comentario: yo sólo la he descubierto por esa película tan sorprendente que es El Intruso otra vuelta de tuerca a una historia buenísima.
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