Mee Pok Man
Eric Khoo está considerado como el director más importante de Singapur en estos momentos, gracias al éxito hace ya casi diez años de 12 Storeys (Shier lou) y, sobre todo, la excelente recepción crítica que ha tenido su última película, Be with me, articulación de tres historias románticas en la que destaca la participación de Theresa Chan, sorda y ciega en la que está basada una de las historias, interpretándose a sí misma. Pues bien, el argumento de su primer largometraje, Mee Pok Man (1995) resulta bastante interesante, por su forma de abordar la historia de un solitario y no demasiado lúcido camarero enamorado de una de las prostitutas que son clientes habituales de su restaurante. Para los interesados, habrá SPOILERS a partir de aquí.
El retrato del sórdido mundo de la prostitución en Singapur no pasa de las dos habituales y tópicas pinceladas para enseñarnos como Bunny, interpretada con gran sensualidad por Michelle Goh, sueña con escapar de la única salida que ha tenido para vivir, huir a Londres, alcanzar sus sueños y demás anhelos ya consabidos. Ahogando sus penas y esperanzas escapadizas una noche más, emborrachada en el bar del protagonista, es atropellada justo delante de él. Éste ve el accidente como la gran oportunidad para estar con su anhelada —y gravemente herida— obsesión femenina y raudo la coge en brazos para llevarla a un sitio donde se puedan ocupar de ella. No, no va al hospital, sino a su apartamento: ¿cómo desaprovechar la oportunidad de llevarse a la chica de sus sueños a casa? Por supuesto, sin la posibilidad de recibir ninguna clase de cuidados médicos en sus fracturas y contusiones. A partir de ahí, vuestra imaginación puede hacer el resto. Quizás por eso mismo la película queda tan desinflada, porque, aunque dura y trágica, renuncia tanto a un acercamiento oscuro y viciado a la sórdida situación, como a uno alejado y despreocupadamente costumbrista —al estilo del neorrealismo de Koreeda en Nobody Knows—, ambas posturas que habrían resultado mucho más interesantes que los simples soliloquios del protagonista ante prácticamente un cadáver andante.
En fin, una película con una premisa interesante pero fallida, y también bastante descuidada formalmente, aunque con un par de planos conseguidos y el acertado recurso de ofrecer la escena de sexo entre los dos protagonistas sin sonido. Esperemos que Khoo haya mejorado en este tiempo y Be with me esté más conseguida que su irregular opera prima.
En cuanto a otras películas sudasiáticas vistas recientemente y muchísimo más recomendables, están Mysterious Object at Noon y Blissfully Yours, imprescindibles pilares de Apichatpong Weerasethakul y del puntero cine tailandés, pero de las que se ha escrito ya tanto y tan bueno [1 · 2] que lo único que podría haber aportado habría sido redundante. Lo mejor es atreverse a enfrentarse a ellas con la mente despejada, los sentidos receptivos y, literalmente, dejarse llevar. Cada una de una forma, el documental que se abraza a la ficción y el cine atmosférico de planos persistentes, fundamentales para un estudio y valoración del mejor cine de esta tan rica y cambiante década.
2 Comments:
Si estás registrado en AllZine, aquí tienes el enlace: http://www.allzine.org/Foro/viewtopic.php?t=3891
(si no, dímelo y te mando el elink por correo). Lo único disponible no es que tenga una calidad de imagen para tirar cohetes (aunque ya verás que precisamente le da más "encanto" a la película).
Yo y el cine asiático al que dedico maratonianas sesiones de vez en cuando.
PD: He ojeado en una librería el Dirigido Por... Yo creo que son lector toldianos cien por cien: estudio... Michael Mann. Jojojojo.
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