Inmersión
Como un elemento más a añadir a mi involuntaria, inconsecuente e inconsciente inmersión en el universo estético-moral de la una cierta modernidad gafapasteril actual, y tras haberme comprado una chaqueta de esas que tantos cantantes llevan en las fotos de la Rockdelux, paso a reconocer mi adicción a uno de esos fenómenos extendidos al que no me puedo resistir: el nuevo disco de Franz Ferdinand.
You could have it so much better, o como tener en el mismo disco a los Beatles, The Smiths, Madness, The Kinks, Pulp y sin olvidar a Franz Ferdinand, porque no han perdido el sonido de su estupendo primer album, aunque sí lo han superado ampliamente. Y la verdad es que poco más puedo decir del que considero el mejor disco de este año, quizás solamente comparable a lo último de NIN y Bright Eyes -ambos personalísimas debilidades- y descubrimientos desgarradores como Antony and the Johnsons, Murder by Death y The Arcade Fire -gracias KesheR por la recomendación-. El hecho de que el disco de Franz Ferdinand ni siquiera palidezca ante tan grandísimos pesos pesados es solamente un ejemplo más de lo grande que considero su introductorio cargamento inicial de posibles -y bestialmente pegadizos- singles y las canciones más pausadas e introspectivas que van emergiendo después, todas con letras impecables, referenciales, cachondas y despreocupadas como solamente el verdadero espíritu musical británico puede conseguir.
Vale, hace ya bastante tiempo que me he aficionado a tomar té Twinings. Seguiremos informando de la preocupante mutación. Joder, si hasta pongo links a cosas graciosas en mi blog (a continuación):
Para contrarrestar, algo que no os debéis perder por nada: Everything Sounds Like Coldplay Now. Impagable.
You could have it so much better, o como tener en el mismo disco a los Beatles, The Smiths, Madness, The Kinks, Pulp y sin olvidar a Franz Ferdinand, porque no han perdido el sonido de su estupendo primer album, aunque sí lo han superado ampliamente. Y la verdad es que poco más puedo decir del que considero el mejor disco de este año, quizás solamente comparable a lo último de NIN y Bright Eyes -ambos personalísimas debilidades- y descubrimientos desgarradores como Antony and the Johnsons, Murder by Death y The Arcade Fire -gracias KesheR por la recomendación-. El hecho de que el disco de Franz Ferdinand ni siquiera palidezca ante tan grandísimos pesos pesados es solamente un ejemplo más de lo grande que considero su introductorio cargamento inicial de posibles -y bestialmente pegadizos- singles y las canciones más pausadas e introspectivas que van emergiendo después, todas con letras impecables, referenciales, cachondas y despreocupadas como solamente el verdadero espíritu musical británico puede conseguir.
Vale, hace ya bastante tiempo que me he aficionado a tomar té Twinings. Seguiremos informando de la preocupante mutación. Joder, si hasta pongo links a cosas graciosas en mi blog (a continuación):
Para contrarrestar, algo que no os debéis perder por nada: Everything Sounds Like Coldplay Now. Impagable.
2 Comments:
A mí es que Franz Ferdinand ni me va ni me viene... Por lo menos tienen un poco de chispa y de alegría, no como los Strokes, que son insufribles.
Y lo peor es que, no sé cómo, pero creo que le has contagiado tú Kesher!!!
:P
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