lunes, abril 17, 2006

I killed a mirror

Disclaimer: El siguiente post contiene determinantes spoilers de las películas Secret Window (David Koepp, 2004) y Hide and Seek (John Polson, 2005). No obstante, ambas son tan rematadamente previsibles y malas que ningún perjuicio de magnitud puede ser causado por leerlos.


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El cine de suspense es un género que se mueve a partir de constantes que se van repitiendo a lo largo de unas cuantas películas. Por ejemplo, ¿cuántas variantes se pueden crear sobre la idea de unos personajes atrapados en un recinto cerrado y acosados por fuerzas exteriores? Pues bien, la doble personalidad es otro de esos temas, con mayor o menor fortuna, habitualmente tratados. Yo confieso que tengo gran debilidad por el fenómeno Doppelgänger, ya sea bien en sus pilares literarios básicos (Dr Jeckyll and Mr Hyde, Dorian Gray, Dracula, Frankenstein... hasta llegar a Fight Club) como en el cine de Hitchcock, De Palma, Lynch y su máxima expresión hasta el momento, la impresionante Dead Ringers de Cronenberg.

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Muy distintas a estos grandes ejemplos son las nefastas películas de Koepp y Polson, donde la duplicidad de personalidad, siempre escondiendo un reverso sanguinario encargado de llevar a cabo los criminales y ocultos deseos de sangre de los protagonistas, es utilizada como la absurda excusa argumental sobre la que se pretende sustentar toda la película sin demostrar ni un ápice de originalidad.

Como viene siendo habitual, el descubrimiento de la doble personalidad está orquestado para ser el climax de la película, la gran sorpresa final. No sé si debido a la costumbre cinefágica que ejercita la capacidad de anticipación o directamente porque se les ve venir de lejos, en ambos casos intuí mucho antes esa solución y la sorpresa fue absolutamente inexistente. Y eso es un problema cuando tooda la película se sustenta en esa gran revelación, pues el resto ni está cuidado ni vale lo más mínimo. Lo mismo me sucedió con la notable Identity de James Mangold, pero ahí sí había otras cuantas cosas disfrutables, como el carisma de segunda clase del reparto y, sobre todo, el trabajo atmosférico, del todo atractivo y todo lo contrario a las dos planas soserías de las que hablo. Lo que no sé si es acertado entonces es calificar a las cintas de tramposas, como he leído en furibundas críticas negativas, por una parte las "pistas" que dejan a lo largo del metraje son rematadamente claras –en Secret Window el único gran momento de realización viene cuando Koepp se mete en un largo travelling en la casa y termina dentro del espejo que refleja a Johnny Depp, en ambas se hace hincapié en las siestas que toman los personajes mientras suceden los crímenes...–, pero por otra, sobre todo en el caso de Hide and Seek, los hechos relatados no es que casen impolutamente con la explicación final.

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Otro desgraciado punto en común entre ambas películas es que cuentan como protagonistas con dos grandes actores realizando de las peores interpretaciones de su carrera. Aunque es cierto que Johnny Depp nos tiene acostumbrados a, dependiendo de la producción, dar una de cal y otra de arena, y Robert De Niro no se puede decir que se encuentre en la mejor etapa de su carrera sino más preocupado en mirar primero los números del cheque y el guión después, siempre duele ver a dos de los grandes revolcándose en tics e histrionismos fuera de lugar. Quizás en este duelo interpretativo de ínfimo nivel salga mejor parado Depp, porque De Niro llega a sonrojar demasiado en el cuarto final de su película, muy muy lejos de su propia composición psicópata del sobresaliente remake de Cape Fear que realizó Scorsese y demasiado preocupado en copiar al Jack Nicholson de The Shining, un tipo de actuación desquiziada que solamente se le da bien al propio Jack.

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No podía terminar sin señalar que estos dos no son el único desperdicio actoral de ambas producciones, pues también coinciden en presentar a dos más que interesantes actrices norteamericanas que, quién sabe si precisamente por trabajar en obras de esta baja estopa, no han conseguido aún captar la atención de productores dispuestos a lanzarlas al estrellato de primera fila. Se trata, respectivamente, de la sobresaliente Maria Bello y la hipnótica Famke Janssen. La primera ya deja intuir la gran calidad de su trabajo en la historia de violencia de Cronenberg y la segunda aparece tan arrebatadora como siempre, quizás preguntándose por qué Bryan Singer ha abandonado la saga que la iba a consagrar, precisamente en su película más fundamental.

Pero bueno, todo son excusas para justificar la pérdida de tiempo que supone ver ambas películas. Hagan que esta advertencia sirva si alguna vez son invitados por esa amiga apetecible para una noche de cine de miedo con alguno de estos dos títulos: follan seguro.

4 Comments:

Blogger El Miope Muñoz said...

-SPOILER-
Pues en "MADHOUSE" se superan. Ahí hay una doble personalidad sin sentido alguno, metida con calzador, y realmente estúpida.
-SPOILER-

¡Un saludo!

17 de abril de 2006, 15:59  
Anonymous Anónimo said...

La de Johnny Depp es soportable, pero la otra...

Otro caso de doppelgänger magistral: "Wallace & Gromit: La maldición de las verduras". Ahí sí que te lo ves venir, pero la expresión de Gromit cuando se entera es antológica. Como todo lo que hace Gromit, por otra parte.

18 de abril de 2006, 22:51  
Anonymous Anónimo said...

Your blog is very good. I very like Johnny Depp. I have a blog, it is called la-luna-llena.nbogspot.com
kisses

25 de abril de 2006, 17:43  
Anonymous Anónimo said...

Muy bueno lo de johnny depp. A mi me encanta ese hombre, de hecho pienso dedicarle una seccion de vez en cuando en mi blog la-luna-llena.blogspot.com
besitos

25 de abril de 2006, 17:45  

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