Go West
Es un tópico bastante estendido que la primera temporada de una serie de televisión no suele ser la mejor de su andadura —necesaria presentación de personajes y temática, presión de la necesidad de conseguir captar a la audiencia con un producto nuevo, etc.—. En el caso de que este establecido axioma se cumpla con The West Wing estamos ante algo grande, pues su primera temporada me ha parecido estupenda. Uno de los productos más inteligentes que he visto destinados al mercado serial televisivo, con una realización que combina a la perfección un tratamiento muy cinematográfico del ritmo con una puesta en escena televisiva.
Lo que más destaca de esta serie es la gran calidad de los guiones de Aaron Sorkin, el creador y responsable directo de la inquebrantable solidez narrativa de los episodios, autoconclusivos y a la vez engarzados en una trama general que simplemente se deja intuir poco a poco hasta llegar a un impresionante colofón final. La labor de todo el reparto de actores es estupenda, una elección perfecta de casting al completo. Estos dos elementos unidos dan lugar a que se me ocurra comparar la naturalidad que desprenden las interrelaciones entre los personajes, la realidad palpalble del compañerismo y colegueo que se transmnite, con algunos de los mejores momentos de la filmografía del mismísimo Howard Hawks.
Tampoco hay que olvidar el quizás demasiado idealista espíritu de esta política-ficción tan detalladamente cuidada, pero recordemos que la primera temporada es de 1999, realizada con un escenario en Estados Unidos e internacional del todo diferente al actual. Lo que tenemos en Martin Sheen es la personificación del Presidente ideal para Sorkin, demócrata liberal, resolutivo, pragmático y, sobre todo, vehículo para una visión realista de la capacidad efectiva de actuación del sistema político norteamericano, con todos sus trasvases de votos de congresistas y senadores, luchas internas de partidos, etc. Como ya dije antes, todos los personajes e intérpretes son estupendos y ninguno sobra ni desentona. El mejor de todos, Josh Lyman, que con el tiempo y sumándole a su secretaria Donna podría tener posibilidades de entrar en el grupo de mejores personajes de tv junto a Dale Cooper y Brenda Chenowith.
Lo que más destaca de esta serie es la gran calidad de los guiones de Aaron Sorkin, el creador y responsable directo de la inquebrantable solidez narrativa de los episodios, autoconclusivos y a la vez engarzados en una trama general que simplemente se deja intuir poco a poco hasta llegar a un impresionante colofón final. La labor de todo el reparto de actores es estupenda, una elección perfecta de casting al completo. Estos dos elementos unidos dan lugar a que se me ocurra comparar la naturalidad que desprenden las interrelaciones entre los personajes, la realidad palpalble del compañerismo y colegueo que se transmnite, con algunos de los mejores momentos de la filmografía del mismísimo Howard Hawks.
Tampoco hay que olvidar el quizás demasiado idealista espíritu de esta política-ficción tan detalladamente cuidada, pero recordemos que la primera temporada es de 1999, realizada con un escenario en Estados Unidos e internacional del todo diferente al actual. Lo que tenemos en Martin Sheen es la personificación del Presidente ideal para Sorkin, demócrata liberal, resolutivo, pragmático y, sobre todo, vehículo para una visión realista de la capacidad efectiva de actuación del sistema político norteamericano, con todos sus trasvases de votos de congresistas y senadores, luchas internas de partidos, etc. Como ya dije antes, todos los personajes e intérpretes son estupendos y ninguno sobra ni desentona. El mejor de todos, Josh Lyman, que con el tiempo y sumándole a su secretaria Donna podría tener posibilidades de entrar en el grupo de mejores personajes de tv junto a Dale Cooper y Brenda Chenowith.
3 Comments:
Cuando haya podido (que estoy deseando) ver más de La Serie hablamos... de momento lo enigmáticodesequilibradoultrarracionalmorboso de Brenda gana :P
Y o actualiza usté su blog o permite comentarios en el flog o se queda sin felicitación y requerimiento de invitación a consumición por obtención de premio (que lo obliga la Dirección General de Universidades, ojo).
Ninguna lista de personajes míticos estará completa sin Jack Bauer.
kesher, yo tambien quiero felicitarte!!!!!!!!!
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